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Como una cosa ajena. Sobre un talud de cuentos de Yuri Herrera

Yuri Herrera. Talud. México: Literal Publishing, 2016.

Con tan solo tres publicadas, las novelas de Yuri Herrera han despertado una creciente atención de lectores y académicos que se traduce en ponencias, artículos de libros o revistas académicas, tesis de grado, incorporación a programas de lectura oficiales, ediciones en otros idiomas y premios internacionales 1. Sin embargo, la obra cuentística de este autor ha pasado desapercibida, muy probablemente tanto por su dispersión como porque, a diferencia de las novelas, los cuentos son más diversos entre sí. La reciente publicación del libro de cuentos Talud en 2016 por Literal Publishing subsanará mínimamente el primer obstáculo, mientras que la continua publicación de nuevos cuentos probablemente ayude a sobrepasar el segundo. Por el momento, los doce cuentos reunidos en Talud constituyen una buena muestra del escritor hidalguense en tanto cuentista.

“Alegoría de la biblioteca” ­—el texto más antiguo, según el propio Herrera— y “Andamios paralelos” son dos cuentos que deben mucho en temas y tono a Jorge Luis Borges, particularmente el segundo, en el que una ficcionalización de Herrera entra a un laberinto de tiempos paralelos en la rendija del espejo de la pulquería “El Reloj de Arena” de Pachuca. El cuento destaca no sólo por las múltiples referencias homenajes al escritor argentino, o por su reformulación y apropiación del aleph, sino porque es el único entre sus textos —cuentos o novelas— en el que encontramos elementos autoficcionales, incluso un encriptado homenaje a la memoria de su padre, Arturo Herrera Cabañas. “Alegoría…” más bien parte de una de las obsesiones borgeanas, el universo de las bibliotecas, para indagar sobre la deshumanización que sufren los hombres al pasar a la Historia.

“El hilo de tu voz”, “Los otros”, “Por el poder investido en mí” y “La fiesta el sábado” exploran la confrontación de los sujetos masculinos con sus propios límites, ya sea debido a su soledad, a sus relaciones amorosas o a sus procesos de formación y a los usos y costumbres en los que crecieron. En el primero de los textos referido, César alias el Chícharo pierde su trabajo como telefonista de una pizzería, situación que lo arrastra a desesperación, la evasión y la búsqueda desesperanzada de la sensación de tener “un lugar en el mundo”. Su nombre, como muchos otros de los personajes herrerianos, hace eco de su función en el mundo y su relación con la palabra, pues su apodo alude al nombre coloquial que se les da a cierto tipo los auriculares. En “Los otros”, el narrador acompaña a su novia Clara, la primera con la que ha tenido sexo, a hacerse una prueba de alguna enfermedad de transmisión sexual; durante la espera de los resultados busca tranquilizarla y la incita, ante el supuesto imaginado de que no tienen nada de qué preocuparse, a que rememore a sus antiguos amantes. Ante la acumulación de iniciales, entre ellas las que sospecha la de un conocido, se percata de una avasalladora “sensación de fragilidad que temía que [le] derrumbara”, su cuerpo se convierte en “una bomba, [sus] venas un conducto de algún líquido maldito” (p.39), pues no sólo se da cuenta de que sus asunciones machistas son echadas por tierra sino que lo han dejado vulnerable, física y emocionalmente. Sin embargo, tanto en “Por el poder investido en mí” como en “La fiesta del sábado” el machismo se impone: Romero reafirma su hombría al vengarse del hombre por el que una antigua novia lo dejó y seduciendo a una adolescente, y un migrante que regresa a casa se entera de la boda de su primo, El Gato, con su última víctima sexual. Estos cuentos cuestionan implícitamente la persistencia de las lógicas de una masculinidad enajenada, sexista, y el papel que juegan en los proceso de formación de los sujetos.

“Poema de las formas moleculares” es el único de los cuentos del volumen que se interna en los registros de la ciencia ficción; aunque los hay otros entre el resto de sus relatos, éste se distancia de aquellos en que es la vida extraterrestre la que se refugia entre nosotros. Un aliensopa burócrata llega en misión de búsqueda de una agente de inteligencia que ha venido previamente a explorar las posibilidades de vida en la Tierra. Como todos los burócratas del universo, desiste pronto ante las mínimas adversidades. La agente de inteligencia no ha desaparecido sino que convive con el narrador del texto, es una mujer líquida que recuerda a la ola de Octavio Paz.

Los otros cinco textos que comprenden Talud son inquisiciones sobre las dinámicas y estructura del poder, una obsesión herreriana. “Las llaves secretas del Corazón”, “El origen de las especies” y “El lúser” revisan cómo las dinámicas del poder atraviesan los sujetos de los estratos más bajos; mientras que “Aztlán D.C.” y “Augurios” aquellos que encabezan cierto poder, en este caso dos presidentes. Pedro, luchador enmascarado rudo de nombre Corazón, se percata de que “sus llaves no sólo servían para representar historias sobre el ring, sino para determinarlas en la vida real.” (pág. 28), para reparar injusticias. El narrador de “El lúser”, que pertenece a algún cuerpo policiaco, se debate entre ayudar a feo malora o al modesto catrín en una pelea de cantina; ambos se han identificado como parte de la otra corporación con la que trabaja como “músculo”, al igual que, deduce, el feo malora. En ambos relatos las aspiraciones de los protagonistas se dan contra pared, es imposible superar su escaño en la estructura, Corazón es traicionado por el padre de Marina y el narrador de convierte en “lúser” al no lograr descifrar las órdenes de la Corporación. Estos reveses como finales son una constante en los cuentos de Herrera, por lo que no me parecería errado identificarla como otra de sus obsesiones, la mala suerte, el cambio de fortuna; confirmación de ello sea, quizá, el volumen de cuentos “curado” por Herrera para la editorial independiente Traviesa en 2013, titulado Mala suerte.

En “El origen de las especies” un testigo protegido espera por su nueva identidad, más lo que recibe es una omisión del Yo, pues su nuevo trabajo lo encierra en una botarga de oso. Lo aterrador del cuento es que el testigo se siente seguro en esta despersonalización, esta anulación de la que no puede escapar porque su carácter de testigo lo deja expuesto, totalmente vulnerable. En la “Nota preliminar” de Talud Herrera reconoce que “Augurios” está inspirado en “Felipe El Pequeño”, en alusión a Felipe Calderón, y por lo narrado en el cuento, podemos deducir que debió tener como telón de fondo la reforma energética. El relato borda en el absurdo, el mandatario busca darle una lección al coordinador de sus asesores a través de un experimento-parábola vacío, paradójicamente es él quien termina extrayendo algo del sinsentido. Por otro lado, el cuento que abre el libro, “Aztlán D.C.”, se centra en las reflexiones del último presidente anglosajón de Estados Unidos en los momentos precedentes a dejarle el cargo al nuevo ejecutivo, un mexicano-americano.

En los últimos tres años Herrera ha publicado cuentos más constantemente; de los 23 que conforman, hasta ahora, el total de su obra cuentística, 12 se han publicado por primera vez entre 2014 y 2017. Podemos percibir en los últimos una depuración de técnica y estilo.

Incluso sugeriría que este número de relatos nos permite ya establecer una serie de coordenadas de lectura: los registros fantástico y de ciencia ficción, y las ficciones que exploran la formación de subjetividades y las que indagan en las dinámicas y estructuras políticas. De tal forma que, entre las narraciones fantásticas encontramos: “Alegoría de la biblioteca”, “Los andamios paralelos”, “Los objetos” y “Casa tomada”; entre las de ciencia ficción: “Ficha técnica”, “Los últimos”, “Poema de las formas moleculares” y “El mirador de muertos”. Las que indagan en la formación de subjetividades son: “Los mejores años de su muerte”, “La decadencia de la familia Wilde”, “Los otros”, “El hilo de tu voz”, “Por el poder investido en mí” y “La fiesta del sábado”; mientras que las ficciones políticas, que son las que muestran más continuidad en estilo y tono con las novelas, serían: “Las llaves secretas del Corazón”, “The Law is the Law”, “Conejillos”, “El origen de las especies”, “El lúser”, “Augurios”, “Aztlán D.C.” y “Coriolano”. Por otro lado, es posible identificar en algunos de los textos claros elementos de reescritura, por ejemplo, “Andamios paralelos” tiene mucho de “El aleph” de Borges; “Casa tomada” de su homónimo cortazariano, o evidentemente, “Coriolano” como una reinterpretación de la tragedia shakespeareana. Talud permite perfectamente recorrer este espectro de posibilidades e invitar a la lectura del resto de la narrativa breve de Yuri Herrera.

Acerca del autor

Ivonne Sánchez Becerril

Investigadora del Instituto de Investigaciones Filológicas de la UNAM. Doctora y maestra en Letras por la UNAM. Licenciada en Lengua y Literatura de Hispanoamérica por la UABC…

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Notas al pie:

  1.  En cuanto sea posible, consúltese la Bibliografía Crítica que realiza Marcela Santos para el volumen monográfico sobre Yuri Herrera (en proceso de edición).