Denominación de origen Perú. Antología de cuento. Bogotá: Taller de Edición Rocca, 2014, 240 p.
En 2005 el escritor Edmundo Paz Soldán señalaba que “sin estridencias y sin mucha publicidad, la narrativa peruana contemporánea se iba consolidando como una de las más vitales de las que se escriben en español”.1 Tal afirmación parecía estar respaldada por los numerosos galardones que varios autores recibieron en los últimos años: Jaime Bayly ganó el Herralde de novela en 1997 por La noche es virgen y fue finalista del premio Planeta en 2005 por Y de repente un ángel; Alfredo Bryce Echenique recibió el Planeta en 2002 por El huerto de mi amada; Alonso Cueto obtuvo el Herralde en 2005 por La hora azul y fue finalista del Premio Planeta-Casa de las Américas en 2007 por El susurro de la mujer ballena; Santiago Roncagliolo ganó el Alfaguara en 2006 por Abril Rojo; Iván Thays fue finalista del Herralde en 2008 por Un lugar llamado Oreja de perro y Gustavo Rodríguez fue finalista de dos permios: del Herralde por La risa de tu madre en 2003 y del Planeta-Casa de las Américas por La semana tiene siete mujeres en 2010, por mencionar algunos ejemplos. Todos estos reconocimientos contribuyeron, de algún modo, a que los reflectores se dirigieran a la literatura contemporánea producida en Perú, se reconociera su riqueza y se ampliara su público lector fuera del país. Sin embargo, al interior exacerbaron las diferencias en el de por sí dividido campo literario peruano. Los escritores andinos quisieron llamar la atención sobre las implicaciones de estos premios internacionales. Señalaron que eran una muestra de que el mercado estaba dictando el canon de la literatura peruana. Quienes no se ajustaban a él permanecían al margen de reconocimientos y antologías, sólo podían publicar en editoriales de provincia y su obra era escasamente conocida porque no circulaba más que en un sector muy pequeño. Por lo anterior debe tenerse en cuenta que los diversos esfuerzos que se han hecho por difundir los relatos peruanos se han centrado en autores criollos. Algunos de los más importantes se refieren a continuación.
En 2005 se publicó la antología Estática doméstica. Tres generaciones de cuentistas peruanos, a cargo de David Miklos y editada por la UNAM. En ella se incluyeron 28 escritores nacidos entre 1951 y 1981.
El crítico literario Ricardo González Vigil publicó la Antología del cuento peruano 2000-2010 (Petro Perú) en 2013. Reunió, en dos tomos, a setenta autores nacidos entre los años sesenta y los ochenta y dividió los relatos en dos secciones: etnoliteratura-tradición oral y narrativa de ficción.
El año pasado se publicaron dos colecciones: El fin de algo. Antología del nuevo cuento peruano, 2001-2015 (Santuario), en la que Víctor Ruiz Velasco incluyó diecinueve relatos, publicados entre 2001 y 2015, de autores nacidos entre 1969 y 1986; y Selección Peruana (Estruendomudo), en la que Ricardo Sumalavia, como en el fútbol y a manera de director técnico, escogió a once narradores nacidos de 1975 en adelante.
Cabe señalar que se han publicado dos compilaciones dedicadas exclusivamente a mujeres: Matadoras. Nuevas narradoras peruanas (Estruendomudo, 2008) y Disidentes. Antología de nuevas narradoras peruanas (Altazor, 2011) con la selección de Gabriel Ruiz Ortega.
Las siguientes líneas se dedicarán a revisar una de las más recientes antologías de cuentistas peruanos y una de las pocas que se ha publicado fuera de aquel país. Se trata de Denominación de origen Perú, publicada en 2014 en Colombia y cuya selección corrió a cargo de Miguel Ángel Manrique. La colección incluye a quince autores (11 hombres y 4 mujeres) que muestran la diversidad de la literatura peruana, no sólo en cuanto a las temáticas abordadas sino a las propuestas estéticas.