Pensar o discutir una obra literaria es una tarea que muchas veces se ve enriquecida por la perspectiva personal o la voz del propio autor sobre algunos asuntos fundamentales de su escritura. Hay obras narrativas con guiños clave que no sólo cuentan una serie de hechos, sino que también nos sitúan en los espacios de la memoria, intercalan en la escritura un juego de sensaciones o experiencias de varia poética u origen, que lo mismo dibujan un plano arquitectónico o incorporan un instructivo a modo de recetario antiguo. En este horizonte de intermediaciones encontramos Puertas demasiado pequeñas, un libro imbricado, que es la primera novela de la escritora jalisciense Ave Barrera (Guadalajara, 1980), publicado por la Universidad Veracruzana en 2014, con el cual obtuvo el Premio Latinoamericano de Primera Novela Sergio Galindo, donde se narran las peripecias de un reputado, aunque discreto, falsificador de arte venido a menos.
José Federico Burgos, protagonista de la historia, es un pintor y copista de obras renacentistas que fue contratado por Horacio, un magnate y vendedor de arte, para que falsifique La Morisca, una pintura del siglo XV atribuida al artista flamenco Jan Gossaert, mejor conocido como Mabuse. Ante una seductora suma de dinero que lo sacará de sus múltiples deudas y tribulaciones, José Federico acepta el encargo sin saber que será confinado en una enorme casa donde perderá conexión con la realidad, debido a las exigencias de su mecenas, al enclaustramiento al que éste lo obliga y a las dificultades técnicas con las que se encuentra en la reclusión involuntaria.
Aunado a esto, la obra muestra los incidentes por los que pasa un artista necesitado de trabajo; por lo cual existe una crítica en donde el autor atribuye a su narrador y a su protagonista opiniones sobre el arte contemporáneo. La narración de la caída del artista, que emprende un extraño ritual de pasaje, entrevera un sintético homenaje a la obra de un poeta del espacio: el arquitecto tapatío Luis Barragán. La novela tiene como espacio principal una casa, construida por el arquitecto, que adquiere tal importancia que acaba convirtiéndose en un personaje al que el protagonista vuelve siempre, debido a que no puede desprenderse de su influencia; sin embargo, no se trata de una simple descripción de la casa y sus rincones, sino de un entrelazamiento entre los personajes y el universo de Barragán. Jardines, colores, paredes extensas y bloques sólidos que aparecen inesperada o sorpresivamente crean una atmósfera densa, llena de detalles que ajustan la maquinaria narrativa con precisión.
La trama, por momentos, es como la arquitectura barraganiana: muros infranqueables, contenedores de secretos, callejones sin salida, cuerpos de agua que parecen haber estado siempre en el mismo lugar. Pero la construcción del espacio en la novela de Ave Barrera no sólo abreva de las construcciones arquitectónicas de Barragán, sino que también se vincula con el espacio literario creado por Juan Rulfo. En Puertas demasiado pequeñas hay una emulación rulfiana sobre el trabajo con el lenguaje: el habla cotidiana tapatía juega un papel protagónico en la conformación de la identidad de los personajes. Los personajes y su delicada edificación psicológica y narrativa son habitantes casi reales de los espacios nostálgicos de la Guadalajara de los años noventa. Se trata, en cierta forma, de un elogio de la memoria y de los lugares que no existen ya.
Puertas demasiado pequeñas es una novela en la que las distintas artes se entretejen para formar la urdimbre de la narración: pintura, arquitectura y literatura son un único tejido textual, donde se da una especie de mirada en abismo hacia el proceso creativo y de la técnica.
El viaje iniciático de José Federico Burgos es también el de la autora, quien en esta primera novela hace una exploración de la forma artística y de otras nociones relacionadas con la creación.
Esta es una breve conversación, a modo de entrevista, entre la escritora Ave Barrera y Cristina Díaz, sobre las múltiples lecturas de su novela, el arte de narrar, la memoria, la pintura, las artes en el plagio y el lenguaje.