Narcoficciones en México y Colombia cuenta con la participación de once investigadores, en su mayoría procedentes y adscritos a universidades europeas, dos norteamericanos, y sólo una investigadora colombiana (adscrita a EUA) y uno mexicano, que parecen colarse al volumen. Y está organizado en tres secciones: I.Panoramas, II.Primeros Planos y III.Más allá de las fronteras. El primero reúne dos textos, de Margarita Jácome y de Marco Kunz, de carácter general, ofrecen una especie de cartografía general a partir de focos de interés distintos, mientras que el tercero —de Glen Close— problematiza la forma de representación de los cuerpos femeninos, que denomina necropornográfica, en la novela mexicana. Jácome revisa la recepción y repercusión de estas ficciones en Colombia de una manera trasversal; en el acercamiento de Kunz destaca su lectura del fenómeno a partir de la revisión de la representación del escudo nacional mexicano y de la figura de Jesús Malverde.
Según se anuncia en la introducción de Narcoficciones, «Primero planos» tenía la intención de ahondar en el análisis de los procedimientos tanto que incurren en «un flirteo con la “espectacularidad morbosa” [García Canclini]» como aquellos que «cuestionan la estética de la violencia» (18); el cometido se logra en tanto que la lectura de los textos busca (y a veces queda la sensación de que lo hace demasiado) poner en relieve ese cuestionamiento estético. Adriaensen revisa Arrecife de Villoro a partir de una diversificación, el narcoturismo; el ensayo dialoga con el texto de Close y articula la transición entre la primera y segunda parte del libro. Los capítulos de Kristine Vanden Berghe y de François Degrande toman como marco de referencia para sus análisis de Mi nombre es Casablanca de Juan José Rodríguez y La lectora de Sergio Álvarez, respectivamente, las teorías del juego de Huizinga y Callois. Verónica Saunero-Ward hace una lectura psicoanalítica lacaniana del personaje principal de la novela de Orfa Alarcón, Perra brava. Por su parte, Margarita Remón-Raillard se dedica a las relaciones entre arte y poder que se configuran en Trabajos del reino de Yuri Herrera. Finalmente, la segunda parte del libro cierra con el ensayo «La narcoficción mexicana entre novela y corrido», de Reindert Dhondt, en la que el investigador holandés revisa las complejidades de las relaciones de dos novelas mexicanas que recurren al corrido como parte fundamental de su configuración, Trabajos del reino y Juan Justino Judicial, de Gerardo Cornejo.