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“Comprender el pasado y hablar el presente”: El lado más oscuro del Renacimiento de Walter Mignolo

Mignolo, Walter. El lado más oscuro del Renacimiento. Alfabetización, territorialidad y colonización. Bogotá: Editorial Universidad del Cauca, 2019, 483 pp.

El gesto pedagógico por excelencia de esta universidad eurocéntrica, inherentemente racista y reproductora del orden racista mundial […] es desautorizador: nos declara ineptos, nos impide producir categorías de impacto global.
Rita Segato, “Brechas Decoloniales para una Universidad Nuestroamericana»

Habitualmente los programas universitarios de literatura latinoamericana colonial inician con las cartas de Colón escritas durante los cuatro viajes que realizó entre 1492 y 1504; se considera que el Almirante descubrió América cuando menos en dos dimensiones: por medio de su expedición y por los documentos que produjo, en los cuales plasmó las primeras imágenes que un europeo escribió para otros europeos sobre las tierras que, a pesar de todo, siempre consideró parte de la India o de Japón; muchas de esas imágenes pueden resultarnos cuando menos excesivas (o completamente falsas), pero durante siglos fueron la base sobre la que se construyó el imaginario del Nuevo Mundo. La elección de las cartas de Colón como las obras fundacionales de la literatura latinoamericana es polémica, y se ha justificado recurriendo a diversos argumentos propios de nuestra disciplina: si bien es cierto que no son textos literarios (tal como entendemos el adjetivo a partir del siglo XIX), sí son producciones discursivas escritas que con el paso del tiempo se convirtieron en referentes de obras posteriores (tienen un “valor cultural” innegable), iniciando así la conformación del corpus (y posteriormente del canon) de discursos sobre América. En esta operación observamos cómo trabajan los criterios de unidad que Cornejo Polar destaca como constituyentes del sistema literario latinoamericano hegemónico: obras escritas, en español y ajustadas a valores estéticos europeos, todas aquellas producciones semióticas que no reúnan estas características quedan fuera de la literatura.

Podría suponerse que al no poseer de origen “valores estéticos”, los textos de Colón no serían considerados literatura, pero ocurre con ellos algo muy interesante: a pesar de que sus objetivos iniciales fueron informativos, esto no ha impedido que se reconozca en ellos “la calidad de la prosa”, “la viveza de las descripciones”, “la veracidad de sus representaciones”, o incluso que se consideren el remoto origen de tendencias narrativas actuales, por sus cualidades para conjurar la magia y la maravilla. Esta operación también se observa con los textos de otros descubridores, conquistadores y evangelizadores, como Cortés, Cabeza de Vaca y el padre Acosta, por mencionar unos cuantos. La objetividad y neutralidad de los criterios que permiten perfilar el corpus de la literatura latinoamericana, tanto colonial como de los siglos posteriores, han sido cuestionadas, problematizadas y refutadas por académicas y académicos latinoamericanos y latinoamericanistas, quienes han mostrado las limitaciones y el profundo eurocentrismo (“racismo epistemológico”, como lo llama Segato) que las origina y al cual afirman; no obstante, su fuerza histórica es tan potente (construida como una verdad evidente y de sentido común), que continúan siendo eficaces al momento de definir programas de estudio, planes de clase, premios literarios, colecciones editoriales, etcétera. A pesar de que al cuestionarse estos parámetros (y otros muchos más), pareciera que se está en una disputa de antemano perdida, son cada vez más las investigaciones que deciden hacerlo, como el ya clásico libro del cual me ocupo en esta nota.

Publicado por primera vez en inglés en 1996 y reeditado en el mismo idioma en el 2000, El lado más oscuro del Renacimiento. Alfabetización, territorialidad y colonización de Walter Mignolo, ha sido finalmente traducido al español en el 2016 por Cristobal Gnecco (reimpreso en el 2019), para la Universidad del Cauca, Colombia. Nacido en Córdova, Argentina, en 1941, Walter Mignolo es uno de los académicos latinoamericanos más reconocidos actualmente; su formación universitaria estuvo orientada en sus inicios al estudio de la literatura latinoamericana colonial y la semiótica; en 1973 comenzó su carrera como profesor en universidades de Estados Unidos y se interesó en las teorías poscoloniales. A partir de la segunda mitad de la década de los noventa, Mignolo entró en contacto con los trabajos de Aníbal Quijano sobre colonialidad, posteriormente se ha convertido en uno de los fundadores y principales promotores de la red de investigación colonialidad/modernidad, a la que se vinculan Enrique Dussel, Catherine Walsh, Santiago Castro-Gómez, Zulma Palermo, Arturo Escobar, entre muchos otros. 

Walter Mignolo

En los trabajos iniciales de Mignolo sobre literatura latinoamericana colonial, se encuentran algunas de las problematizaciones que posteriormente ha desarrollado con mayor complejidad y amplitud; por ejemplo, lo limitado (quizás inadecuado) de la propia noción de “literatura latinoamericana colonial”, a la que propuso sustituir por “discurso colonial” y, más tarde, por “semiosis colonial”, en un intento por incluir un mayor número de interacciones semióticas desarrolladas en contextos coloniales (orales, en lenguas indígenas, en escrituras no alfabéticas, etcétera). Las investigaciones realizadas por Mignolo en las últimas décadas (como las de Historias locales/diseños globales del 2003),  encuentran en El lado más oscuro del Renacimiento un punto de arranque centrado en indagar cómo operó la colonización en la alfabetización, la memoria y la territorialidad en los habitantes de Abya Yala desde el inicio de las invasiones europeas hasta bien entrado el siglo XVII, recurriendo a un sinnúmero de fuentes para tratar de reconstruir desde el presente las condiciones culturales, económicas y políticas que permitieron la consolidación de ciertas representaciones y la anulación de otras. A lo largo de todo el libro, el académico argentino insiste en la necesidad no sólo de cuestionar las representaciones hechas por los europeos durante este periodo, sino en indagar en las condiciones que las posibilitaron, para pasar de los enunciados (con los que habitualmente trabajamos) a las enunciaciones (sólo perceptibles en las huellas que dejaron en lo enunciado). Asimismo, Mignolo también trabaja con un extenso corpus producido por diversos grupos indígenas a lo largo de este periodo, con el objetivo de observar no su adecuación a los parámetros europeos, sino las tensiones socioculturales que pueden inferirse a partir del enfrentamiento entre sistemas de representación ajenos e incluso antagónicos.

La versión en español de El lado más oscuro del Renacimiento. Alfabetización, territorialidad y colonialidad, es hasta el momento la más extensa de las ediciones de esta obra, pues amplía la segunda edición en inglés al añadir un “Prefacio a la traducción castellana” en el que Mignolo refiere las dificultades que implicó traducir esta obra más de veinte años después de la escritura del libro, y hacerlo posteriormente a haber orientado sus trabajos en las vertientes de la colonialidad y decolonialidad, pues muchos de los términos empleados en la obra original han sido problematizados y sustituidos por otros, además de que algunos de sus fundamentos teóricos de aquel entonces, no son del todo compatibles con los actuales. No obstante, lejos de reescribir la obra para ajustarla a su perspectiva del presente, Walter Mignolo optó por realizar sólo las correcciones indispensables para actualizar el libro sin modificarlo radicalmente y añadir diversas notas aclaratorias. La lectura del “Prefacio” resulta sumamente iluminadora para vislumbrar algunas de las transformaciones tanto en el pensamiento de este académico como en las investigaciones sobre la época colonial.

Dentro de los muchas propuestas realizadas por Mignolo en este libro, me parece indispensable destacar que para este académico el Renacimiento europeo no sólo fue posible gracias a las riquezas americanas y la esclavización de sus habitantes, sino que la brutalidad de las guerras, invasiones y colonizaciones realizadas por los europeos son el lado oscuro e históricamente ocultado del propio Renacimiento, considerado una época de esplendor intelectual como pocas en la historia de Europa. A partir de este planteamiento, Walter Mignolo afirma la necesidad de estudiar este periodo desde la perspectiva de las colonias para analizar las maneras en las que la expansión cultural europea impactó (y muchas veces aniquiló) las prácticas culturales locales, imponiendo un conjunto de referentes externos que tuvieron dentro de sus objetivos la justificación de la propia expansión colonial, al afirmar como algo natural la superioridad de los europeos (biológica, militar, cultural, etc.) frente a la inferioridad de los habitantes originarios. 

El libro está dividido en tres partes, cada una conformada por dos capítulos. En la primera “se explora la filosofía de la escritura en el Renacimiento europeo como un factor decisivo en las políticas del lenguaje implementadas por la Corona y las órdenes religiosas en el nuevo mundo” (35), para lograr esto Mignolo analiza a profundidad los alcances epistemológicos de la gramática de Nebrija y la tensión en el diálogo entre los doce frailes franciscanos y los tlamatinimi mexicas ocurrido en 1524, en la cual las ideas sobre la escritura y el libro fueron fundamentales para reafirmar en los propios frailes la superioridad cultural que ya daban por sentada. La segunda parte del libro “está dedicada a la colonización de la memoria” (36) operada mediante el empleo de la escritura como la única forma válida de conservar la historia; escritura e historia se imponen entonces como criterios para asegurar que quienes carecen de la primera (entendida en los términos alfabéticos europeos), también carecen de la segunda; en esta parte Mignolo estudia otras formas de conservar el pasado existentes en culturas mesoamericanas y andinas, que ni siquiera fueron consideradas como fuentes confiables o valiosas durante la colonia.

Finalmente, la tercera parte analiza la colonización del espacio a partir del establecimiento de la cartografía europea como la forma correcta de representar el mundo; Walter Mignolo estudia el desarrollo de los mapamundi a lo largo del siglo XVI y el mapeo de las Indias Occidentales durante la colonia, con lo cual se puede afirmar que “la colonización del espacio y la colonización de las lenguas significan que las opiniones dominantes sobre las lenguas, sobre el registro del pasado y sobre el mapeo de territorios se convirtieron en sinónimo de lo real al obstruir otras alternativas posibles” (38). Alfabetización, memoria y territorialidad son las entradas elegidas por el académico argentino para desvelar “el lado más oscuro del Renacimiento” y con ello señalar a la colonización como la cara oculta de la modernidad. Este libro de Walter Mignolo es previo a su inflexión hacia las propuestas de la colonialidad y decolonialidad, las cuales impactan de manera más profunda sus obras posteriores, con las cuales constituye una especie de trilogía: Historias locales / diseños globales. Colonialidad, conocimientos subalternos y pensamiento fronterizo (2003) y La idea de América Latina. La herida colonial y la opción decolonial (2007).

Acerca del autor

Armando Octavio Velázquez Soto

Profesor Asociado de Tiempo Completo en el Colegio de Letras Hispánicas de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM. Doctor en Letras por la UNAM. Es profesor en las áreas de teoría de la literatura y literatura iberoamericana (colonial y contemporánea)…

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